Un año de vida
En el año 1986, Karin Scholtz se encontraba dando a luz a sus trillizos, a quienes llamaría Dennis, Mark y Peter. Un año después, durante el festejo de su primer cumpleaños, su madre se encargó de prepararles un rico pastel y un letrero donde figuraba su primer añito. La imagen que ella tenía enfrente le pareció tan tierna que decidió capturarla en una fotografía. Lo gracioso de esta historia es que los trillizos decidieron replicar dicha imagen en cada uno de sus cumpleaños. Desafortunadamente, la tradición llegó a su fin cuando cumplieron los 33 años y no podrás creer el motivo por el cual ese fue su último click.
Pastel por camisetas
En el segundo cumpleaños de los niños, su madre se propuso replicar la misma fotografía del año anterior, por lo que hizo exactamente el mismo cartel de celebración y lo colgó en la puerta. Ubicó a Dennis, Peter y Mark en frente y esperó pacientemente para hacer la toma perfecta. Sin embargo, esta vez los niños no estaban comiendo un pastel preparado por su madre, pero la simpatía de esta foto la transmiten sus remeras de fútbol idénticas. Los trillizos salieron muy sonrientes, evidenciando lo bien que se lo estaban pasando en su segunda celebración ¡Sin dudas disfrutan ser el centro de atención!
Tradición de cumpleaños
Durante su tercer cumpleaños, Karin quiso tomar una fotografía de recuerdo y cuando estaba ubicando a Dennis, Mark y Peter en el sillón, ellos decidieron tomar el cartel donde se ve el gran número 3 por su cuenta. Esto le dio una idea a su mamá: replicará la misma foto en cada cumpleaños de sus hijos, siempre y cuando ello le sea posible. Esta vez, la intención era convertirlo en tradición por lo que las posiciones ahora quedaron establecidas y la presencia del cartel de cumpleaños era fundamental. Pero lo que nadie sabía hasta entonces, es que a sus 33 años, la tradición se cortaría.
Un cumpleaños diferente
Para sus cuatro años, los trillizos habían comenzado la escuela, por lo que esta vez la foto tradicional quedaba en manos de sus maestros. La maestra se encargó de hacerle un hermoso cartel con el número 4 y otro de los adultos esperó el momento indicado para tomar la fotografía. La imagen quedó perfecta y es muy especial debido a que en ella se ven reflejadas las personalidades de los niños. Peter era el más tranquilo y silencioso de los tres, podemos verlo acostado en la parte inferior de la fotografía; mientras que Mark y Dennis eran un poco más traviesos y estaban sentados en la parte superior del juego.
Sonrisas invisibles
Algo que suele caracterizar a los trillizos en todo el mundo es que sus padres suelen vestirlos iguales, y este fue el caso de Dennis, Peter y Mark en su quinto cumpleaños. Tenían puestos tres sweaters idénticos, sólo cambiaba el color de cada uno. Esta vez, algo fue diferente: la sonrisa de los chicos era imperceptible. Probablemente se deba a que en esta ocasión no hubo una gran celebración debido a que Karin se encontraba enferma, sin embargo se aseguró que los niños tengan el hermoso cartel para replicar la fotografía.
¡Sonrían!
Para su cumpleaños número 6, procuraron que las sonrisas sean las protagonistas, esta vez no podrían faltar, al igual que el cartel y su vestimenta haciendo juego. Peter, Mark y Dennis se ven adorables en la fotografía de ese año e incluso se estaban divirtiendo un montón, pues habían logrado hacer nuevos amigos en la escuela y la celebración fue bastante grande en comparación a la de los años anteriores ¡y, por supuesto, recibieron muchos más regalos! Nada podría salir mejor en este día y afortunadamente el momento quedó retratado para siempre.
Tomando decisiones
Cuando alcanzaron los 7 años, los niños ya eran lo suficientemente grandes como para elegir su propio estilo y eso se veía reflejado en la ropa que usaban. Esta vez, ellos eligieron ponerse un overol de jean haciendo juego, después de todo les gustaba vestirse a tono. Otra vez tomaron sus posiciones y, Dennis, Peter y Mark, posaron juntos a su cartel de celebración. Karin sentía un orgullo enorme al ver crecer a sus niños mientras iban descubriendo cada uno su personalidad. Otro tierno recuerdo quedó retratado y ahora forma parte del álbum familiar.
Distintos pero iguales
Esta vez los niños decidieron seguir con la tradición de vestirse iguales, no obstante decidieron elegir colores distintos para poder diferenciarse de los demás. El año en que los niños cumplieron 8 años de edad fue un período bastante duro para toda la familia, sólo que en el momento de la fotografía todavía no sabían que estaban por atravesar una desgracia. Un mes después de esta fotografía, un inconveniente en el conducto de gas de la casa provocó un incendio que les hizo perder todo lo que habían construido hasta el momento. Afortunadamente, una vecina se ofreció a darles un refugio.
Empezar desde cero
La vecina que abrió las puertas de su corazón y de su casa a esta familia fue Wilma. Rápidamente se encariñó con los trillizos y con Karin, por lo que cuando se enteró de la tradición de cumpleaños se ofreció enérgicamente a colaborar. Wilma diseñó el cartel de la novena celebración de Dennis, Mark y Peter. Los niños extrañaban su casa y sus pertenencias, pero todo el cariño y amor que recibían de su vecina los ayudaba a mantenerse en pie. Lo sucedido no les borró su hermosa sonrisa, la cual se puede evidenciar en la icónica fotografía de los 9 años.
Camisa a cuadros
Un año más tarde, Karin y los mellizos pudieron conseguir un nuevo hogar propio en el cual comenzar a construir nuevos recuerdos. Llegó el décimo cumpleaños de los niños y, a pesar de que el fondo de las fotos ahora sería algo distinto, ellos mantuvieron la tradición del cartel y de la ropa casi idéntica. Esta vez, la foto fue tomada con la cámara nueva de Peter, quien había estado ahorrando para conseguirla y explorar su nueva pasión: la fotografía. Programó el temporizador y a la cuenta de 3, corrió a ubicarse junto a sus hermanos obteniendo esta hermosa imagen.
A Peter le llegó el amor
Para el cumpleaños número 11, los niños se encontraban atravesando grandes cambios en su vida. Se encontraban despidiéndose de la niñez e ingresando en la pre-adolescencia. El primero en sentir un cambio brusco fue Peter, quien se enamoró perdidamente de Eva, su compañera de colegio. Durante la celebración, Peter le pidió a su nueva novia que tomara la tradicional fotografía y ella así lo hizo. Su emoción se ve reflejada en su sonrisa mientras agarra el cartel de cumpleaños, pero al parecer a sus hermanos no les hacía tanta ilusión la situación ¿Qué otro cambio les esperaría en su próximo cumpleaños?
Una mala noticia
Durante su último año en la escuela primaria, los niños ya se encontraban emocionados por comenzar la escuela secundaria. Hablaban mucho al respecto y hacían especulaciones sobre lo desconocido, especialmente Mark y Dennis. Peter, por su parte, tenía la mente en otro lado, pues se la pasó yendo de aquí para allá visitando a varios médicos. Rápidamente sus hermanos se dieron cuenta de que algo estaba ocurriendo, sin embargo, Karim intentó no alarmarlos hasta que, en su cumpleaños número 12 decidió darles la noticia. Pero antes… ¡Es hora de la fotografía tradicional!
Llegó el momento de la separación
Debido a las numerosas visitas médicas, Peter tuvo que saltarse varias clases de la escuela primaria, por lo que sus padres decidieron que lo mejor sería que volviera a hacer su último año, esta vez más concentrado. Mientras tanto, aunque la idea de separarse de su hermano no les gustaba mucho, Dennis y Mark asistirían a la escuela secundaria. Finalmente, terminaron entendiendo la situación y optaron por alentar a su hermano, que era quien debería enfrentar el año académico por sí solo. Después de todo, el año siguiente, Peter ingresaría a la escuela secundaria con todos los conocimientos necesarios.
Un nuevo comienzo
Tras un año académico muy fructífero para Peter, por fin llegó el día de comenzar la escuela secundaria. Sus hermanos fueron de mucha ayuda en este nuevo comienzo de su hermano, le contaron todo lo necesario para poder adaptarse y empezar su etapa de estudiante de la mejor manera posible. Ese mismo año, los trillizos festejarían su cumpleaños número 14 y, como era de esperarse, cumplirían con la tradición. Esta vez, su vestimenta no estaba a juego, pues los adolescentes ya empezaron a diferenciar su estilo. No obstante, el colorido cartel que celebra su edad estaba presente como siempre.
El reencuentro
Cuando los trillizos cumplieron 15 años, los tres estaban cursando el mismo año académico. Te preguntarás ¿Cómo es eso posible? Pues Peter siempre fue un niño muy inteligente, por lo que no le llevó mucho tiempo ser el niño genio de su clase. Tal fue así que le permitieron saltarse un grado y la noticia fue un golpe de alegría para los hermanos, finalmente estarían juntos otra vez. La celebración de su cumpleaños también fue el festejo del reencuentro ellos y, como de costumbre, se hicieron la famosa fotografía junto al cartel.
Estrenando nuevos looks
Con la entrada a la adolescencia, los trillizos comenzaron a desarrollar cada uno su propio estilo y personalidad, y ello se vio reflejado en la fotografía de su cumpleaños número 16. Esta vez, no solo cambiaron su atuendo, sino también el color de su cabello. Peter aparece con el pelo teñido de rojo, mientras que para Mark la elección fue el negro. Dennis, en cambio, es el más sencillo de los 3 y decidió optar por su look natural. Respecto a su vida amorosa, Peter fue el único que encontró el amor. Conoció a Suzan, su fiel compañera.
Distintos caminos
Para su decimoséptimo cumpleaños, las ganas de experimentar con sus looks se habían ido y volvieron a su aspecto natural, los tres con el mismo corte y color de pelo. En la fotografía de ese año, se los ve bastante relajados y disfrutando, pero la realidad era que Dennis, Mark y Peter estaban bastante estresados ya que debían elegir qué carrera seguir. Un año más tarde, cuando estaban por cumplir 18 ellos ya tenían decidido lo que estudiarían después de egresar de la secundaria y, como era de esperarse, sus caminos serían distintos.
El comienzo de su futuro
La fotografía de los 18 años se convirtió en un recuerdo bastante especial, pues estaban a punto de comenzar sus carreras. Dennis y Mark decidieron ir por la rama deportiva, pero en distintos campos, uno quería ser masajista deportivo y, el otro, maestro. Peter, por su parte, emprendió una trayectoria completamente diferente: él quería ser arquitecto. Los tres se convirtieron en el orgullo de su madre, quien los alentaba en cada paso que daban en esta nueva etapa. Ellos estaban contentos con sus elecciones y eso se reflejaba en sus calificaciones, los tres eran excelentes estudiantes.
Peter, enemigo de la soledad
Los hermanos disfrutaron al máximo el poco tiempo que les quedaba juntos, su relación se hizo cada vez más estrecha y se volvieron inseparables. Cuando comenzaron a estudiar, al principio todo marchaba bien, pero desafortunadamente, Peter tuvo que seguir su camino por separado y se encontró con una inmensa soledad. Él no supo cómo manejar la situación y, aunque hizo su mejor esfuerzo, terminó afectando negativamente. Sus hermanos se preocuparon bastante y organizaron una forma para que Peter pueda estar mejor y recuperar ese vínculo que tanto extrañaban. Su solución fue muy ingeniosa.
Buen viaje
Debido a que sus carreras eran diferentes, por consiguiente, vivían en ciudades diferentes. Quien estaba más solo y alejado era Peter, sin embargo, ninguno de los tres toleraba un día más estando separados. Lo cierto es que los trillizos habían compartido toda su vida juntos ¡Hasta el vientre de su madre! Entonces, Mark y Dennis elaboraron un plan sorpresa que serviría para alegrar a su hermano. En su cumpleaños número 20 decidieron viajar a Berlín, la ciudad en la que Peter estudiaba, y continuaron sus estudios desde allí. Los tres se necesitaban mutuamente, por lo que la solución fue una idea estupenda.
La tradición continúa
El plan que habían elaborado marchaba a la perfección. Los tres estaban viviendo en Berlín y desempeñando sus carreras de la mejor forma posible. Su vínculo comenzó a hacerse cada vez más fuerte, estaban felices. Dicha alegría quedó enmarcada en la foto de su cumpleaños número 21. Desde la distancia, los chicos hicieron el famoso cartel con el 21 en grande y se auto fotografiaron. Decidieron enviarle la fotografía a su madre, quien se emocionó hasta las lágrimas. Ella los echaba de menos pero se sentía tranquila porque sabía que sus hijos estaban juntos.
Nuevo año, nuevo estilo
Con la famosa fotografía de cumpleaños podemos ir viendo el cambio de los trillizos a través del tiempo. No solo fueron descubriendo sus gustos y personalidades, sino que también fueron mutando su apariencia para lograr estar a la moda. En la imagen de su cumpleaños número 22 volvemos a ver el icónico cartel pero esta vez, los hermanos cuentan con una gran melena castaña que les quedaba muy bien. Hicieron una celebración pequeña pero se lo pasaron genial. A pesar de extrañar su ciudad, procuraron divertirse rodeados de sus nuevos amigos.
¡Graduados!
Corría el año 2008 y, con 23 años recién cumplidos, los trillizos consiguieron alcanzar sus objetivos tan deseados: graduarse. Los tres llegaron al tramo final con honores, por lo que decidieron hacer una gran fiesta para conmemorar tanto esfuerzo y dedicación. Unos días más tarde, mientras hablaban con su madre por teléfono, ésta les tuvo que dar una noticia no tan buena. Dennis, Mark y Peter se enteraron que a Karin le habían diagnosticado un tumor maligno en los intestinos. Sin pensarlo dos veces, empacaron y volaron hacia donde estaba su madre para cuidarla.
Cumpleaños con mamá
Se acercaba el día de su cumpleaños número 24 y los trillizos ya se encontraban en su casa junto a tu tan adorada madre. Ella iba recuperándose de a poco pero aún le faltaba un largo trayecto, por lo que sus hijos tuvieron que organizarse y dividir sus responsabilidades. Después de todo, ya eran adultos. El día de la celebración armaron el mismo cartel de cumpleaños, pero esta vez con el número 24 escrito en él, y posaron para tomar la fotografía. La tradición seguía en pie y el retrato quedó para el recuerdo.
Preocupados pero, ante todo, unidos
La familia continuaba luchando contra la enfermedad de Karin, pero si hay algo que les daba la fuerza para seguir adelante era el hecho de estar finalmente todos juntos y más unidos que nunca. Su madre siempre había hecho lo posible para darles lo mejor, incluso cuando la situación se ponía difícil y ahora era el turno de sus hijos. Karin se sentía orgullosa de la crianza que les dio a sus muchachos, la cual se veía reflejada en el actuar de ellos frente a esta desgraciada situación. Volvieron a pasar juntos el cumpleaños número 25, continuando con la tradición.
Grandes melenas
Para su cumpleaños número 26 volvieron a retratar el momento en la icónica fotografía. Estamos agradecidos de que así sea porque, de lo contrario, nos hubiésemos perdido el nuevo look de los chicos. Dennis se mantuvo como siempre, sin embargo Peter y Mark decidieron dejarse el pelo largo. La gran melena de Mark le llegaba casi hasta los hombros y él disfrutaba dejarla suelta y que el viento jugara con sus rizos; mientras que Peter prefería atárselo en una colita para que no le molestara ¿Será esta otra moda pasajera o realmente han encontrado su verdadero estilo?
Un triste adiós
Cuando estaban por cumplir sus 27 años, los trillizos recibieron la peor noticia que podrían darles: su madre había fallecido. Ese último adiós fue tan doloroso que a los hermanos les costó recuperarse, pero decidieron vivir juntos en la casa de su infancia, probablemente de esa manera seguían sintiendo cerca la presencia de su tan amada madre. Dentro de tanto caos y desolación, Suzan, la novia de Peter les da la hermosa noticia de que está embarazada. Esto llenó de luz y esperanza a los hermanos, sobre todo a Peter, quien estaba a punto de convertirse en padre.
Iniciando la paternidad
En abril del año 2013, Suzan dio a luz a su adorada hija. Noah. Ella y Peter estaban aprendiendo a ser padres y disfrutando cada momento juntos a su pequeña niña, quien se convirtió en lo más importante de sus vidas. Dennis y Mark estuvieron muy presentes para su hermano, su cuñada y su sobrina, mientras disfrutaban de gratos momentos junto a la niña. Ese mismo año, ellos cumplirían sus 28 y por supuesto replicaron la famosa fotografía. Nada podía borrar la sonrisa de los hermanos, pues estaban atravesando un momento único en sus vidas.
Una nueva rutina
Llegando los 29 años, la vida de los trillizos se tornó algo atareada. Los tres salieron a buscar trabajo para comenzar a poner en práctica su tan querida profesión. Consiguieron un trabajo de tiempo completo, por lo que debían repartirse las responsabilidades del hogar, sobre todo Peter, quien tenía que continuar con la crianza de su hermosa hija. A pesar de la falta de tiempo en su cotidianeidad, el día de su cumpleaños siempre fue especial, así que buscaban la forma de poder celebrarlo ¡Además tenían que tomar la fotografía!
Llegaron los 30
El año en que Dennis, Mark y Peter cumplirían 30, habían decidido hacer una gran fiesta de celebración, no solo para posar con el cartel de cumpleaños, sino también para conmemorar otros dos hechos especiales: a la hermosa Noah y el casamiento de Peter y Suzan. Peter fue el primero de los hermanos en contraer matrimonio y siempre se lo vio muy feliz junto al amor de su vida y su hija. Para la fiesta, invitaron a todos sus amigos y familiares, y le pidieron a uno de ellos que les hiciera el favor de tomar la fotografía. Un año más siguiendo con la tradición.
Felices 31
Con 31 años de vida, los trillizos no se habían perdido ninguna oportunidad de tomar la foto tradicional de cumpleaños. Ya en este punto lo hacían para conmemorar a su amada madre, que es quien había iniciado con la emotiva tradición. A esta altura de la vida, Dennis, Mark y Peter debían comenzar a hacer planes a futuro y tomar algunas decisiones. Ellos estaban muy contentos viviendo juntos y disfrutando de las ocurrencias de la pequeña Noah, pero no querían quedarse estancados en la rutina. De todas formas, a veces el destino tiene otros planes y no podemos escapar de ello.
El segundo bebé
Todo marchaba de maravilla, los hermanos estaban contentos con la vida que estaban construyendo, disfrutaban gratos momentos con la pequeña Noah y con Suzan, quienes vivían con ellos. Lo que no se esperaban era la increíble noticia que Suzan estaba a punto de darles: estaba esperando a su segundo hijo. Los hermanos explotaron de alegría, Peter sería padre por segunda vez y Mark y Dennis amaban cumplir el rol de tíos. Cuando cumplieron 32, los chicos se pararon frente a la cámara y sonrieron para el click, como lo hacían cada año pero no sabían que la tradición terminaría muy pronto.
El fin de la tradición
Con 33 años, los chicos tenían su vida resuelta y estaban disfrutando de todo aquello que habían podido conseguir con mucho esfuerzo y dedicación. Su familia había sido golpeada por la vida en varias ocasiones, pero la muerte de su madre fue la peor de las desgracias. Ese año, posaron para su foto número 33 sin saber que sería la última imagen que podrían sumar a su álbum familiar. Tristemente, Peter falleció inesperadamente dejando una tristeza inmensa y un vacío imposible de llenar, tanto para sus hermanos como para Suzan y sus dos hijos. Así, el trío se disolvió y la tradición llegó a su fin.