Para una pareja establecida, las noticias sobre un embarazo tienden a ser emocionantes e importantes. Sin embargo, a veces los embarazos vienen con sorpresas y puede ser abrumador descubrir que gemelos vienen en camino. Ahora, multipliquemos eso e imagina estar esperando a siete bebés. Esto fue lo que le pasó a Kenny y Bobbi McCaughey. Aunque estaban emocionados, también estaban bastante preocupados. Después de todo, estos embarazos tienen un riesgo muy alto y no podrían estar seguros de cuál sería el resultado. ¿Todos nacerían sanos y salvos? ¿Qué complicaciones podrían ocurrir? ¡Continúa leyendo para averiguarlo!
Seis más de lo esperado
Kenny y Bobbi McCaughey vivían una feliz vida familiar en Des Moines, Iowa, con su única hija. Estaban sometidos a un tratamiento de fertilidad, ya que tenían algunos problemas para concebir más hijos. Lo que pensaron que sería un chequeo regular para ver cómo iban las cosas se convirtió en la sorpresa de sus vidas. Al realizar este tipo de tratamiento, es común encontrar más de un embrión. Sin embargo, lo que encontraron no fueron gemelos ni trillizos. ¡Encontraron 7 embriones en el vientre de Bobbi! El tratamiento había sido mucho más efectivo de lo esperado.
Sí, oyeron bien
La pareja estaba en shock, realmente no podían creer lo que estaban escuchando. Sintieron que siete bebés eran mucho más de lo que podían manejar y ciertamente más de lo que habían esperado. Al conocer los resultados del tratamiento para la fertilidad, probablemente estaban mentalmente preparados para la posibilidad de gemelos. ¿Pero siete bebés? Estuvieron impactados todo el camino de vuelta a casa. Sin embargo, su realidad comenzó a asentarse lentamente. Una vez que el shock (y el ligero terror) pasaron, comenzaron a aceptarlo. ¿Qué tan grande sería este desafío? ¡No tenían idea!
¿Siquiera había elección?
El médico presentó la posibilidad de reducción selectiva donde podrían decidir reducir el número de embriones. El propósito de esto era que los embriones restantes tuviesen mayores probabilidades de sobrevivir y el embarazo un mejor desarrollo en general. Sin embargo, los McCaughey eran bautistas, con mucha fuerza en su fe. Decidieron que Dios sería el que decidiría el destino de sus septillizos. Para ellos, realmente nunca hubo una elección. ¿Pero todos lo lograrían? ¿Bobbi, la madre, estaría a salvo? Esto aún estaba por verse y tenían un largo camino por delante.
Confiando sus desafíos terrenales a un poder superior
Bobbi ya había tenido un momento difícil durante su primer embarazo. Así que, por supuesto, estaban preocupados por cómo irían las cosas con este gran número de bebés que crecían dentro de ella. Bobbi era algo pequeña y menuda, aun así su cuerpo cambiaría para acomodar a todos sus bebés, así que la tensión era grande. Ambos se dedicaron a la oración esperando recibir guía y ayuda por parte de Dios. Después de todo, lo que el futuro tenía para ellos era uno de los mayores desafíos que habían enfrentado.
Atención muy especial por parte de todos
Por supuesto, esta situación de alto riesgo exigía que Bobbi y sus bebés fueran monitoreados muy de cerca. La atención adicional que no se esperaban era la de los medios de comunicación. La gente especulaba mucho sobre lo que iban a hacer y todo por lo que estaban pasando. Pero claro, esto podría agregar más estrés a una situación ya delicada. Sin embargo, Bobby y Kenny lograron mantenerse fuertes durante todo el proceso. Los medios de comunicación estaban expectantes y querían toda la información que pudieran obtener. Y, por supuesto, el público tenía muchas opiniones que ofrecer. La pareja estaba bajo el ojo público. Tener bebés nunca había sido tan estresante.
La elección de la pareja se hace de conocimiento público
En medio de mucha especulación, la pareja no era tímida acerca de sus creencias, así como de su decisión de continuar con su embarazo séptuple. Una cosa que debe tenerse en cuenta es que no había ni una sola historia registrada de septillizos en donde todos sobrevivieran. Si los bebés McCaughey lo logran, serían los primeros. Las probabilidades no estaban realmente a su favor, pero tenían su fe para mantenerlos fuertes. Además de la ansiedad por la que ya pasaba la familia, los medios de comunicación se enteraron de su decisión, así que pronto todo el país lo conoció y todos tenían algo que decir sobre su elección.
Toda la nación debatió sobre el tema
Bobbi nunca imaginó que quedar embarazada por segunda vez cambiaría su vida de esta manera. Ahora estaban en el centro de atención del país. El frenesí de los medios de comunicación crecía y su decisión se convirtió en tema de conversación en todos los hogares, bares y las reuniones en los Estados Unidos. Comenzaron a recibir cartas que condenaban su decisión. Según algunos de estos mensajes desagradables, no estaban pensando en el bien mayor. Para estas personas, estaban colaborando en la desaparición del mundo al tener una familia tan grande. Sin embargo, había un lado positivo en esta situación.
Siempre hay gente dispuesta a ayudar
La publicidad no tuvo solamente malos resultados. Si bien al final se toparon con desagradables personas en su contra, también había muchas personas y compañías dispuestas a ayudarlos. Después de todo, no tenían un camino fácil delante de ellos. Si cuidar a un bebé puede llevar mucho tiempo y dinero, ¡imagine 7 bebés! Pronto comenzaron a recibir donaciones de personas y empresas como Kraft (que les dio un año de macarrones con queso ¡gratis!) y proveedores de pañales. Estos ciertamente enterneció sus corazones y les ayudó a sentirse un poco mejor acerca de lo que el futuro deparaba para ellos.
Las cosas se aceleran y aumenta el riesgo
En los embarazos de este tipo es muy típico que los bebés nazcan antes de tiempo. Sin embargo, en el caso de Bobbi, los bebés nacieron mucho antes de esperado. Ella se encontraba de camino al hospital con tan solo 30 semanas de gestación. Tenía una gran barriga que apenas la dejaba caminar, y le dolía todo el cuerpo. A pesar de ellos, su principal preocupación era el estado de los bebés. Solo podía esperar que todo saliera bien. Kenny y Bobbi oraron mientras los médicos les decían que era hora. Por mucho que hubieran deseado que los bebés hubieran madurado un poco más, no tenían otra opción. ¿Lo lograrían todos?
Siete bebés llegan al mundo
El nacimiento había sido cuidadosamente planeado. Había un equipo de 40 miembros en el lugar. Sí, leíste bien, 40 personas para ayudar a los bebés que fueron llegando a través de una cesárea. Afortunadamente, todo el proceso se realizó sin problemas. En solo seis minutos todos los bebés estaban fuera. Sin embargo, aunque esta parte tan difícil había terminado, los próximos días serían los que determinarían el futuro de estos niños; ya que como eran prematuros las complicaciones podrían fácilmente suceder. Eso sí, tendrían atención médica completa. Pero como sabemos, a veces esto no es suficiente. Bobbi y Kenny solo podían tener fe, orar y esperar.
Estamos aquí para quedarnos
Los septillizos McCaughey salieron con éxito del vientre de su madre. Cuatro niños y tres niñas nacieron sanos y salvos. Todos gozaron de buena salud a pesar de tener que pasar algún tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales y con médicos atendiéndolos durante más de tres meses antes de poder ir a casa. Kenny Jr, Alexis, Natalie, Kelsey, Nathan, Brandon y Joel llegaron aquí para quedarse. Bobbi y Kenny estaban llenos de alegría mientras que el mundo estaba asombrado. Los primeros septillizos que nacieron con éxito. Fue una ocasión alegre.
¡Ahora son 10!
Con su primogénita Mikayla, Bobbi, Kenny y los septillizos ahora forman una gran familia de ¡10 integrantes! Afortunadamente, parte de las donaciones que recibieron incluye una propiedad inmobiliaria. Así es, se les había regalado una casa de 450 metros cuadrados, la cual seguramente agradecerían, teniendo en cuenta la gran cantidad de niños que iban a criar ahí. A pesar del desafío, estaban extremadamente felices de poder llevar a todos sus hijos a casa. Aunque Alexis y Nathan nacieron con parálisis cerebral con trastornos musculares involucrados, en general todos estaban sanos y podían volver a casa. Pero su fama no murió allí…
Encuentro con los famosos
No solo fueron invitados al famoso The Oprah Winfrey Show y otros famosos programas de TV, sino que la familia también recibió una llamada personal de Bill Clinton, quien quería felicitarlos. A pesar de esta aparición pública, la familia trató de mantener una vida privada normal. Después de todo, la publicidad solo podía agregar estrés y no querían que sus bebés crecieran en el centro de atención pública. Ya tenían que lidiar con extraños que se acercaban a su casa queriendo sostener a uno de los bebés. Se preocupaban por la salud mental de estas personas extrañas que se acercaban a su casa, pero había poco que pudieran hacer al respecto.
¿Cuantos pañales?
En un solo día, ¡podían gastar hasta 52 pañales! Pero no solo se trataba de cambiar pañales, también estaban las comidas y el llanto nocturno. Cuidar de todos sus bebés fue una hazaña impresionante (y costosa). Sin embargo, Bobbi y Kenny siguieron con fuerza y comenzaron a hacer planes para el futuro. Afortunadamente, ya les habían ofrecido becas universitarias para todos los niños. Pero antes de eso, tenían que pasar por la infancia y todo lo que eso implicaría. ¿Cómo lo lograrían? ¿Cuál era su plan?
Demasiadas bocas que alimentar
Una familia menos resistente podría haber acabado abrumada, pero la familia McCaughey decidió comenzar a planificar su vida incluso antes de que nacieran los bebés. Después de todo, alimentar a una familia de 10 personas costaría mucho dinero a pesar de haber recibido algunas donaciones. Por lo tanto, en lo que respecta a los alimentos, Kenny desarrolló un sistema en el que siempre compraba todo a granel. Esto lo ayudó a mantener un presupuesto muy bajo para una familia tan grande. También optó por comprar marcas genéricas en lugar de las grandes marcas. Las compras bimestrales fueron un sistema que funcionó para ellos.
¡Hazlo tú mismo!
Otra actividad que aprendieron fue la jardinería, la cual les ayudó a tener su propia producción de ciertos vegetales y así reducir un poco el costo de alimentar a toda la familia. Estuvieron muy agradecidos por toda la ayuda que recibieron de los voluntarios que los ayudaron a cuidar de los niños a lo largo de los años. A pesar de tener muchos ayudantes al principio, finalmente se decidieron por dos ayudantes durante el día y ninguno durante la noche. Con la ayuda de un horario estricto todo fue más manejable. Bobbi finalmente se aventuró a escribir y fue capaz de vender muchas copias del libro que publicó, titulado Seven from Heaven: The Miracle of the McCaughey Septuplets.
Aquí no hay estrellas de televisión
A pesar de la gran cantidad de atención de los medios, que no disminuyó con el tiempo, los padres McCaughey querían que sus hijos llevasen una vida normal. Se tomaron muy en serio las palabras de los Dionne, padres de quintillizos igualmente famosos, que los felicitaron pero les advirtieron que no cayeran en el frenesí de los medios. Con el tiempo, decidieron no solo rechazar un reality show, sino también reducir el número de entrevistas. Los niños crecieron humildes y pudieron disfrutar de su infancia sin estar en el ojo público todo el tiempo.
La única excepción a la regla
No querían sentirse como si estaban alejando a los septillizos de todas las personas que los habían ayudado desde el principio. Por lo tanto, decidieron limitar –pero no eliminar completamente– su contacto con los medios de comunicación. El ejemplo más notable de esta decisión fue la entrevista anual que permitieron al medio Dateline, el cual tenía una exclusiva sobre el desarrollo, los logros y la salud de los septillizos. De esta manera, la pareja no se sentía como si estuvieran separando a sus hijos de todas las personas que les habían mostrado tanto apoyo y amor
No me detengas ahora
A pesar del hecho de que Nathan y Alexis padecen de parálisis cerebral, no dejaron que esto les hiciera sentir menos o les impidiera alcanzar sus metas. En su caso, la zona afectada era la muscular. A pesar de que algunos doctores pensaron que no podrían caminar, ellos lo lograron; Aunque un poco más tarde que sus hermanos, quienes siempre los apoyaron. Nathan incluso logró aprender cómo moverse sin su andadera, aunque Alexis sí lo necesita para caminar. ¡Su resiliencia y determinación son impresionantes!
Hora de tomar diferentes caminos
Los septillizos fueron educados en casa durante sus primeros años. Cuando llegó el momento de continuar su educación, Bobbi y Kenny decidieron matricularlos en una escuela pública, pero tenerlos en diferentes clases. Esto podría haber sido traumático y estresante al principio, pero demostró ser una de las mejores decisiones, ya que era una forma de que ellos ganasen independencia y desarrollaran sus propias amistades y personalidades. De esta manera, sus rasgos individuales comenzaron a mostrarse cada vez más y pudieron comenzar a perseguir sus propios intereses diferentes a medida que crecían.
Los años más difíciles se hicieron fáciles
Todos podemos estar de acuerdo en que la escuela secundaria no es necesariamente el momento más fácil de nuestras vidas. Los adolescentes tienen todos estos cambios hormonales y el bullying siempre está a vuelta de la esquina. Afortunadamente para los septillizos, todos se tenían el uno al otro y sus vínculos familiares se hicieron aún más fuertes durante este tiempo. Para Bobbi y Kenny, ciertamente fue un desafío tratar con siete adolescentes a la vez. Sin embargo, siguieron adelante como siempre e intentaron mantenerlos fuera de peligro y seguir inculcándoles los valores que habían apreciado durante toda su vida.
No somos lo mismo
Esta etapa de sus vidas fue cuando se dieron cuenta que todos ellos tenían diferentes aptitudes e intereses. Natalie era una de las más académicas, logró graduarse entre el 15% con mejores calificaciones de la clase. Kenny estaba más inclinado a ser un chico divertido y bromeaba durante la clase, mientras que Brandon y Kelsey destacaban en los deportes escolares. De esta manera, todos pudieron explorar diferentes cosas y encontrar lo que les gustaba, lo que se volvería importante una vez que abandonaran la escuela y decidieran ir a estudiar en la universidad. Aunque a pesar de sus diferencias, algunas tradiciones se mantuvieron igual.
Dulce dieciséis, ¡hora de conducir!
Por supuesto, los septillizos siempre celebran sus cumpleaños juntos; y su decimosexto no fue la excepción. Recién a esta edad es que todos eran elegibles para conducir. Sin embargo, Bobbi y Kenny no podían permitirse tantos autos. Así que les dieron su bendición para encontrar un trabajo siempre y cuando se mantuvieran en la escuela. Con lo que ganaron, se les permitió tomar clases de manejo y, si lograban ahorrar tanto, podrían comprarse su propio auto. Seguramente esta era una forma de enseñarles que, a través de sus propios esfuerzos, podían lograr sus objetivos.
No se olviden de la hermana mayor
A pesar de que los septillizos atrajeron toda la atención de los medios, Bobbi y Kenny siempre prestaron atención a su primera hija, Mikayla. Ella era muy cercana de sus siete hermanos, quienes formaron parte del cortejo de su boda cuando decidió casarse. A medida que los septillizos crecieron, bien podrían haberla visto como un modelo a seguir, ya que Mikayla decidió ir a la universidad antes de casarse y formar una familia propia. A pesar de ser solo un año mayor que sus hermanos, siempre hizo el papel de la hermana mayor. Pronto sería tiempo para otro logro de los siete.
¡Hora de la graduación!
Rápidamente, los septillizos se graduaron de la escuela secundaria. Cualquier padre puede decir que el tiempo parece pasar rápido, y con estos siete pequeños no fue la excepción. Bobbi y Kenny no podían creer que sus hijos hubieran crecido grandes. Natalie se graduó con honores y tanto ella como Alexis obtuvieron excelentes calificaciones. Todos celebraron juntos sus logros, antes de decidir qué oportunidades iban a aprovechar. Pero esta vez, una separación más importante iba a tener lugar. Después de todo, a todos se les habían ofrecido becas desde el momento en que nacieron. ¿A dónde se irían?
Apuntando a cosas más grandes
A los septillizos se les ofrecieron becas en la Universidad Hannibal-LaGrange, ubicada en Missouri, así como también cualquier universidad del estado de Iowa. En esta etapa, sus caminos se separaron de una manera más palpable. Kenny y Alexis decidieron ir a recibir educación superior en Des Moines, manteniéndose en la localidad. Sin embargo, Natalie, Joel, Nathan y Kelsey optaron por irse a Misuri. Pero Brandon tomó un camino muy diferente cuando decidió que quería servir a su país y se unió al Ejército de los Estados Unidos. Por primera vez, los septillizos no estarían viviendo en la misma ciudad. Pero era hora que todos ellos continuaran sus propios caminos.
Cada uno a lo suyo
A excepción de Joel y Nathan, ambos dentro de las ciencias de la computación, todos han elegido caminos diferentes para sus carreras universitarias. Alexis se especializó en educación infantil, mientras que Natalie se dedicó a la ciencia de la actividad física. Mientras tanto, Kenny está más interesado en trabajar con sus manos y asiste a la escuela vocacional, ya que quiere convertirse en constructor. Mientras tanto, Kelsey ha optado por las relaciones públicas, tal vez sus primeras interacciones con la prensa influyeron en esto. Aunque salir de Iowa y entrar en el mundo adulto fue definitivamente un shock, como suele ser para cualquier estudiante de primer año, lograron continuar y lo están haciendo muy bien en sus diferentes áreas.
No hay distancia suficiente
A pesar de dirigirse por caminos difernetes, no fue angustiante para ellos estar separados. Después de todo, habían desarrollado su individualidad en la escuela y la conexión que tenían entre ellos siempre estaría allí, sin importar cuán lejos estuvieran. Esto ciertamente les dio la fuerza que necesitaban para salir a perseguir sus propios sueños. Sin embargo, ¿sería lo mismo para sus padres que ahora tenían un nido muy vacío en comparación con cómo solía ser la casa? Después de todo, ahora solamente Kenny estaba en la casa de la familia.
Un tiempo para reconectarse
A pesar de haberse ido todo el ruido y los días ocupados de tener a sus ocho hijos en casa, Bobbi y Kenny admitieron que el cambio no fue algo negativo en absoluto. Les dio a los dos algo de tiempo para volver a conectarse, a pesar de mantener siempre haber mantenido una relación fuerte. Ahora pueden hacer cosas divertidas en la casa o salir a relajarse. ¡Suponemos que no tener toneladas de ropa para lavar también ayuda! Además, Kenny pudo comprar su propia motocicleta, que era lo que siempre había querido. Después de que Mikayla tuvo su primer bebé, ahora por fin han podido viajar a otros lugares y disfrutar de su nieto sin ninguna responsabilidad.
¿Más bebés en camino?
Aunque Mikayla comenzó la tercera generación de McCaughey, por ahora no hay más nietos en el horizonte. Sin embargo, algunas bodas se llevarán a cabo en 2019. Brandon está preparado para casarse con su novia, Alana Hale, hacia el final del año, mientras que Natalie recibió un anillo de compromiso de su novio, Shawn Geralds, y se casarán en mayo de 2019. Sin duda, esta familia está creciendo y pronto habrá nuevos bebés. Sin embargo, la posibilidad de otro conjunto de septillizos no es alta, ya que ellos no fueron producto de la predisposición genética.
Viendo en retrospectiva
Bobbi y Kenny aún recuerdan los días en que todos tenían una opinión sobre lo que deberían hacer, incluso cuando se les propuso la reducción selectiva. Han demostrado a todos que tomaron la decisión correcta. A pesar de algunos momentos preocupantes, estresantes y la ansiedad normal que podría surgir con una tarea tan grande, ambos lograron mantenerse fuertes y criar a ocho adultos ejemplares. Hoy se sienten muy agradecidos con todos aquellos que los ayudaron de una manera u otra y es por eso que también han optado por retribuir a la sociedad.
Devolviendo a su comunidad
Esta pareja de padres de ocho hijos, siempre fuertes en sus valores cristianos, decidieron retribuir de una de las mejores maneras posibles. Después de todo, con los chicos yendo a la universidad, no necesitaban la enorme casa que habían recibido hace muchos años. Por lo tanto, decidieron venderla a un precio muy bajo a Ruth Harbor. Esta organización sin fines de lucro tiene como objetivo ayudar y proporcionar alojamiento a las madres con embarazos no planificados. Este es definitivamente uno de los mejores usos para esta enorme casa, que también se les dio a través de los amables corazones de los demás.
Un vínculo para toda la vida
Los septillizos ya tienen 21 años y son legalmente adultos. Siguieron celebrando juntos sus cumpleaños, la última vez lo hicieron en una pequeña reunión en casa, en lugar de algún bar en el cual pudiesen beber alcohol ahora que son mayores de edad. Lo más importante para ellos es compartir un tiempo de calidad entre ellos, su hermana mayor, su sobrino y, por supuesto, sus padres Bobbi y Kenny, quienes hicieron posible sus vidas y dedicaron toda su energía a criarlos. Como Kenny ha dicho, ser septillizos significa que nunca están solos y su vínculo siempre estará allí, sin importar a dónde vayan.